domingo, 11 de octubre de 2009

Cerrar los ojos cansados de verlo bailar la danza del perdón
Vestir de tristeza gorda de resentimiento y dolor, para disimular que aun queda algo vivo en mí.
Mirar en el reloj los recuerdos que se van desapareciendo tras el mareo inevitable del segundero.
Acomplejarme cada vez más, mientras leo las historias de amor felices, infeliz.
Buscar las palabras correctas donde no se encuentran bocas que te aconsejen la verdad; solo para seguir engañándote.
Mojar sobres para cerrar las cartas inconclusas que nunca te envié, que no quiero escribir, que redacté mientras te miraba incomoda, silenciosa.
Abrir los ojos, perdonar tus errores, porque a pesar de todo, ni vos podes estar sin mí, ni yo encontraría alguien peor.

No hay comentarios: